Somos una familia unida,
cinco dedos fundidos en un escudo,
altezas de corte irreprochable,
soy el heredero, el primogénito: soy el orgullo.
Camino con estilo y elegancia,
seguro de nunca encontrar un revés
ya que deslumbro al cielo y la tierra
con la certeza de mi verdad: me dicen altivez
Mis deseos son los mas puros,
como aroma de una dulce fragancia,
intachable es la esencia de mi ser,
divina en todo sentido: me llamo arrogancia.
Entre todos soy la indomable,
erupción de fuego en volcánica niebla,
fiera que ciega ante propia pasión..
Doblegarme es imposible: soy la soberbia.
Mi belleza es un resplandor
que deshace la fuente de toda oscuridad,
idolatría propia resplandece en mi frente,
contemplación absorta: soy la vanidad.
JC
viernes, 31 de julio de 2009
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